14 julio 2010

Adiós en 99 palabras

Su risa sonó como una despedida, una despedida triste, una despedida definitiva. ¿Y yo? Yo sonreí, sonreí por verla reír una vez más, aunque fuera la última. Y la abracé bien fuerte para que no escapara, para impregnarme de ella y que ella se impregnara de mí. Y aunque ella no entendió por qué lo hacía, me abrazó. Yo no quería soltarla pero lo hice en cuanto ella aflojó su abrazo, en cuanto ella demostró que ya era suficiente disminuyendo la presión de sus brazos sobre mi espalda, de sus pechos sobre mi pecho. La solté. Y se fue.

2 comentarios:

Tremendelirius dijo...

Imagino que lo escribes tu. Está muy bien. Yo también me aficioné a escribir, en especial relatos. Aunque no me gusta publicarlos, al contrario que mis opiniones sobre politica. Curioso verdad?

Ahora llevo una temporada bastante seco. A ver si me viene la inspiracion y vuelvo a la carga. Quizás te mande algun relato de estos.

saludos

Robert dijo...

Sí sí, todo lo de este blog es mío. A mí tampoco me gustaba publicarlos pero total, como esto no lo lee nadie :P

Yo va a rachas, a veces me da en tres días por escribir cuatro o cinco cosa y luego estoy meses y meses sin nada que decir... :S