Las chimeneas humean cada 10 kilómetros
y en cada curva hay un camino de jornaleros,
y en cada olivo kilos de aceitunas,
gordas si ha llovido,
pocas si sólo han visto el Sol.
Y un poco más allá
la sierra se alza entre la niebla
con sus chimeneas humeantes,
sus tractores,
sus caminos,
los nacimientos de sus ríos,
sus ciervos y sus berridos,
sus acantilados y sus castillos.
Sólo hay que bajar de la Meseta,
dejar atrás las navajas y los molinos,
Despeñaperros y esas llanuras castellanas
y entonces llegan los olivos,
Baeza, Úbeda y Bailén,
Cazorla y el Guadalquivir...
entonces llega Andalucía...
entonces llega Jaén...
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
29 agosto 2007
Jaén
Potado por Robert a las 14:19
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
No conozco Jaén, ni conozco Andalucía, pero la voy a conocer en un par de semanas. Ahora gracias a ti ya se algo más de ese lugar del que hablan maravillas.
Aaaaay, y yo este año sin ir por mi Cordobita, pero gracias a ti he podido añadir una sonrisa a la nostalgia pueblera^^
Y es que, además, esa foto es como si casi mirara por la ventana estando por allí.
Yo quiero comerme una torilla de patata de bajo de un olivo en Jaén!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!vendrás conmigo????Es realmente inquietante....
Yo cuando quieras, ni olivos ni tortilla de patatas nos van a faltar ;)
Publicar un comentario